Una web debe ser una herramienta de ventas.
Debe convertir.
Esto significa que debes conseguir recibir formularios rellenos, llamadas desde la web, vender productos, etc.
Dependiendo de la naturaleza de tu negocio, tu web debe diseñarse con unos objetivos específicos.
Una web debe estar diseñada, además de como herramienta de marketing, como una herramienta digital que aporte calidad a los procesos de trabajo en tu empresa.